La medida está programada para implementarse a inicios del próximo año. La Santa Sede emitirá una tarjeta de identificación para cada clérigo y empleado con un microchip incorporado que tendrá capacidad para utilizarse como dispositivo de monitoreo.
El Vaticano ha considerado esta tecnología como una opción porque ve la necesidad de mantener control sobre el clero y los empleados luego de una reciente violación de la seguridad a principios de este año, cuando una persona robó los documentos privados del Pontífice y los filtró a un periodista italiano.
Hay muchos cristianos fundamentalistas que consideran este asunto como una de las formas en que el Anticristo puede manifestarse en el terreno internacional.
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Fuente:idnoticias