lunes, 26 de julio de 2010

Tarjetas inteligentes se afianzan en Colombia

Universidades, cajas de compensación, organizaciones gremiales y próximamente los bancos ingresan a la era digital. La multifuncionalidad y la seguridad hacen de las tarjetas inteligentes un eficiente medio de pago.

Tener la posibilidad de pagar el transporte público, citas médicas y hasta hacer pagos en establecimientos comerciales, todo con una misma tarjeta, podría ser posible en un futuro cercano con la tecnología de las tarjetas inteligentes con microprocesador. Existe la iniciativa por parte de establecimientos comerciales, universidades, entidades financieras, de salud y gobiernos distritales, para llegar a acuerdos para implementar este medio de pago. Se estima que 6.000 millones de tarjetas inteligentes se estarán usando en el 2010 en todo el mundo.


La aplicación de las tarjetas inteligentes sería como cargar un carné con dinero, como si fuera una tarjeta débito.

“Esta aplicación ofrece ventajas para las empresas, universidades y entidades financieras, pues el microprocesador permite entre otros aspectos almacenar firmas digitales, datos encriptados, características biométricas como la huella digital o el iris, entre otras aplicaciones que evitan las posibilidades de fraude”, asegura Roberto Cordero, Vicepresidente de seguridad corporativa bancaria de Gemalto,

La legislación promueve el aumento de la seguridad, con las tarjetas inteligentes se cumple este requisito, ya que “Hasta el día de hoy no habido un caso de clonación con este chip. Disminuye a cero la probabilidad de clonación”, asegura Dimas Gómez director de Mercadotecnia de Transacciones Seguras de Gemalto para Latinoamérica..

Actualmente en Colombia, algunas Universidades como la Javeriana y la Autónoma de Bucaramanga, ya vienen implementando esta tecnología para sus estudiantes, quienes además de tener un carné para su identificación y acceso seguro, pueden tener convenios con entidades financieras como el Banco Santander. El banco adelanta un programa exclusivo de tarjetas multi-aplicativas y la posibilidad de tener una credencial única, tanto para las funciones financieras como para aplicaciones de control de acceso, o autenticación a redes informáticas y en un futuro cercano también transporte.

Por su parte, la Federación Nacional de Cafeteros, cuenta actualmente con la Cédula Inteligente con chip. Esta les permite a los caficultores la posibilidad de recargar todo o parte del dinero que vayan a recibir por la venta del café que realicen al Fondo Nacional del Café, para luego retirarlo, cuando lo necesiten, por medio de los cajeros automáticos que integren la red o para realizar compras en los establecimientos comerciales afiliados. Además, por medio de un datáfono y con la aplicación de monedero electrónico, pueden cargar la totalidad o parte del dinero que les corresponda por realizar sus ventas del grano en los puntos de compra.

Así mismo, cajas de compensación como Compensar ofrecen una tarjeta que permite recibir los subsidios y manejar los créditos de sus afiliados. Las tarjetas les ofrecen la posibilidad de hacer pagos en almacenes y restaurantes.

Entidades financieras como AV Villas entre otras están en proceso de transición para implementar estas tarjetas con chip.

La tecnología ha tratado de entrar en ocasiones anteriores al país. “Debido que la tecnología es bastante amplia, la migración a las tarjetas inteligentes requiere coordinación bastante medida entre países, y una entrada de un país va pasando paulatinamente en un continente. Brasil y México ya están, es por eso que en Colombia, Venezuela y Chile se están implementando las tecnologías”, sostiene Dimas Gómez.

¿Qué tiene de diferente las tarjetas de banda magnética de las tarjetas inteligentes?
La diferencia entre las tarjetas de banda magnética y las tarjetas inteligentes, es la introducción de criptografía con la que se asegura la confidencialidad de los datos intercambiados en una operación entre el titular y las entidades bancarias.

Las tarjetas con banda magnética tienen la particularidad de poder grabar datos en una cinta plástica, que luego eran identificados por el dispositivo que las utilizaba.

“Mientras que en la actualidad las tarjetas con banda magnética son altamente clonables, esta tecnología brinda mayor seguridad a los tarjetahabientes y, por supuesto, a los bancos, pues además que no es posible acceder a los datos contenidos en el chip, pues están encriptados, tampoco es posible acceder al PIN del usuario”, afirma Natalia Da Silva, Directora de Marketing y Comunicaciones de Gemalto.

¿En cuánto tiempo se implementará este sistema en Colombia?
Hasta el momento no existe una fecha aproximada, esto depende de cada entidad y por supuesto de cada país. Para dar una idea, en España desde el año 2000 se comenzó a hablar del tema y según datos de la Comisión de Seguimiento del Plan Español de Migración, a finales del tercer trimestre de 2007, el 1,7% de las tarjetas y el 82% de los cajeros se habían adaptado al sistema del chip.

¿Qué países ya manejan este nuevo tipo de tarjetas y cómo ha sido la reacción de los usuarios?
En países como Reino Unido, Francia, Bélgica, Luxemburgo, Hong Kong, Canadá, Taiwán, Polonia, España y México. Según datos de MasterCard, la región latinoamericana probablemente ha sido testigo del crecimiento más alto en los últimos dos años, con un incremento por encima del 400% en tarjetas con chip y un aumento cercano al 100% en aceptación. Este crecimiento se puede atribuir a una cantidad significativa de clientes que han comenzado a emitir tarjetas con chip en países tales como Brasil y México.

Los bancos en otros países como, Venezuela, Costa Rica, Ecuador, Panamá y el Caribe se encuentran en diferentes etapas de migración a la tecnología chip. La tendencia de extender el chip para ofrecer beneficios adicionales al cliente está creciendo en importancia también en esta región.

¿Qué costos tendría la implementación de este servicio?
No hay una cifra exacta de los costos de esta implementación. Esto depende de cada país e incluso de cada entidad. Sin embargo, se habla de millones de dólares.
La consultora OSI estimó el costo de la migración en 300 millones de libras en el caso británico.

En México desde el 2002 hasta el momento se han invertido más de US$150 Millones, principalmente en infraestructura. Esta inversión ha sido paulatina en los años que lleva la migración.

Fuente: Dinero.com